Desde hace buen tiempo basta leer las tapas de los grandes medios para saber cual será el próximo movimiento del arco opositor. En este sentido está clara la estrategia de mantener unido a ese archipiélago hasta que el gobierno caiga o quede groggy. Recien entonces se abrirían las puertas de las disputas abiertas de sus presidenciables .
Pero, como diría un viejo relator de boxeo, cada vez que parece que madura el Knock out el gobierno hace una finta, deja a la oposición tirando golpes al aire y pasa a la ofensiva. La gran irritación que esto produce en el grupo de los "buenos muchachos" se debe a que los tiempos se estiran y con ello se aleja la posibilidad de llegar a 2011 con la seguridad de ganar, pues si bien en estos momentos el kirchnerismo dificilmente gane una segunda vuelta electoral nada les asegura que el techo de intención de voto no pueda elevarse si consigue evitar el golpe al mentón. Y es evidente que desde el gobierno se está apostando a esa desesperación.
Mas allá que desde los medios se busque descaradamente la finalización prematura del mandato presidencial, es una situación que debe resolverse desde la política. Y la actitud del kirchnerismo subiendo constantemente la apuesta con medidas que, mas allá de las palabras apocalípticas de algunos, son de indudable legalidad pone a prueba la verdadera vocación democrática de sus rivales políticos. ¿Será demasiado mantener la esperanza de que aunque sea en este tema mantengan independencia de los sectores mas destituyentes?
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