domingo, 11 de julio de 2010

Ciudad de Dios



Es increíble como se siguen esparciendo en los medios, sin cuestionarse, algunas afirmaciones de parte de lo sectores mas conservadores de la sociedad que son los que se oponen al matrimonio igualitario. Algunas de esas afirmaciones son francamente impresentables y penosas, mas aun teniendo en cuenta que son enunciadas por jueces y abogados. Algunas otras apenas sobresalen de la epoca de las cavernas.

Empezando por Bergoglio que declara “una guerra de dios”, contra los homosexuales, y automáticamente llama “a pasar de un modelo de conflicto a un modelo de convivencia armoniosa, respetando las diferencias”. Diferencias que no son respetadas por la jerarquía eclesiástica, de lo contrario no caerían en actitudes tan abiertamente discriminatorias. Esta claro que, en esta argumentación, el conflicto lo representa el oficialismo y aquellos que desean aprobar una ley que permita una sociedad mas igualitaria.

Lo que no deja de llamar la atención es como se naturaliza esa inversión, en la que el que llama a una guerra para seguir discriminando pretende (y en muchos casos logra) que sea considerado respetuoso de la armonía, mientras que los que plantean el rechazo a las prácticas no igualitarias se consideren conflictivos y violentos.

Tambien es llamativo que no pongan el mismo fervor en condenar los casos de pedofilia por los que son acusados muchos de sus integrantes. Y que no se cuestionen sinceramente su papel durante la dictadura, apoyando a los asesinos y torturadores y dejando sin apoyo a las victimas.

En definitiva no hacen más que reproducir lo que sostuvieron a lo largo de su historia, luchar para que se sigan manteniendo situaciones de injusticia y así seguir manteniendo su poder sobre parte de la sociedad.

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